Adorado tormento
Hermosa, adorado tormento,
¿Qué haces después de despertar?
¿Quién pasa por tus pensamientos?
¿Quién puede contemplar tus piernas suaves,
tu piel de avena y escuchar tu más secreto sueño?
¿Quién mira además de tu espejo tu bostezo y
tu mueca humana de la mañana?
¿Quién podrá salvarte del naufragio al pasarte tu toalla después
de tu grito de auxilio, fuego y socorro?
¿Quien quedará hipnotizado y oxidado con tu aliento de gruta húmeda?
¿Quién mirará en primicia tu intimidad oscura
delatada por tus ropa interior azabache?
Hermosa, adorado tormento,
¿Con quién hablarás
y a quién le mostrarás estos versos?
y a quién le mostrarás estos versos?
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