lunes, 25 de noviembre de 2013

MALPARIDEZ - NIVEL III-

Entre el YO y el ELLO
Estoy yo,
Sin saber quién soy,
sin saber qué quiero.

A veces me arrepiento de tanto pensar y pensar
¿Para dónde voy? ¿De dónde vengo?
¿Para qué vivir tras la búsqueda de un sueño?

Y del  Cielo el sol con sus rayos
enreda en la lluvia los años que dejan huellas en la piel
cicatrices que invoco
mientras miro el pavimento,

Las mentiras del fuego,
las mentiras del juego,
"Todo va a estar bien" 
"Mañana  va a ser un día mejor
Y de nuevo, el agüacero...

A veces son las voces de otro tiempo,
en las calles violentas de la ciudad solitaria;
viandantes del destierro,
Mirar a los otros con los ojos llenos de desespero...

Caminar por caminar,
de la pradera al desierto,
de la carrera Primera al mierdero,
las noches hablan de extraños sentimientos:
Resucita el suicida
y el ángel criminal.

La luna se esconde en una esquina triste
en la que ni los murciélagos ebrios quisieron volar.

Entre el YO y el ELLO,
todos los días,  estoy Yo,
en el indeciso columpio roto en el que ondula el amor,
peligroso y lejos,
sin saber quién soy, sin saber qué quiero.



martes, 19 de noviembre de 2013


SERVILLETA

Amor:
Ahí te dejo un cabello y la comida tapada.
Creo que todavía debe estar tibia pues hace poco que la preparé.
Al pollo lo besé en el pico antes de estrangularlo, y tienes razón, la carne no queda tan dura.
Las habichuelas se estaban pudriendo dentro de la nevera, bien sabes que lleva varios días averiada, pero aún así, sirvieron para darle ese sabor agridulce que tanto te gusta.

En la jarra del jugo, te dejé café del que sobró del velorio de mamá.
Lavas, por favor, el plato, eso evitará las hormigas y las indeseables cucarachas que vuelan y revolotean por toda la casa cada vez que te alejas.

El cabello, encima del plato, es para agradecerte por el dinero de los pasajes que me obsequias para ir a las quimioterapias. 

CERTEZA

El niño saluda a la lluvia estirando la mano hacia el cielo
para poder tocar el agua, creyendo que el cielo da dádivas,
se convence que ese instante es la vida,
ignorando que la Muerte está detrás del abuelo.

VISIÓN


Eres sexo
y perfume escarchado
en tu piel tatuada como Tótem.


Eres placer que espera,

una venia a tu cabello mojado,
a tus senos como frutas
que se maduran en tu traje rojo
ceñido al cuerpo y tus ojos
grandes y hermosos
que también han de comerse los gusanos.

viernes, 8 de noviembre de 2013


INSTANTE

Detrás de las gafas pequeñas
dos ojos simulan ser faros apagados.
La mirada corrobora
lo que anticipan los labios.

La voz ansiosa, eternamente joven,
pronuncia detalles de cordura
en el frenético caos de la locura.

Una canción matemática,
un cruzado adverbio que se cae 
del cabello largo de la mujer menstruando.

El aroma azul del beso del bolígrafo
danzando en el papel, buscando relatar
y atrapar el momento
a través de la máscara de la poesía,
el momento justo en el que la bella muchacha
recién bañada espera junto al ventanal
y se muerde o chupa un dedo desprevenida,
con la mirada fija en los ángeles que aparecen
en los espejos de cristales que vuelan
y busca en los bolsillos el papel que tiene en la mano,
con la otra mano se peina los cabellos ya peinados,
me mira, habla y luego se olvida cuando me dice:

"Tú estabas en mi sueño, debajo de la almohada".

miércoles, 6 de noviembre de 2013

        DECLARATORIA

Escribiendo en la ciudad,  en sus libertinos y promiscuos muros
en sus paredes roídas,  debajo de este sol que alumbra y quema a todos,
Sol democrático en su luz y tirano absoluto cuando la luz se le niega a un secuestrado.

Leyendo la ciudad, en sus páginas de cal y concreto,  con esta luz que cambia de piel, de tez y que adormece en la modorra de un calor que pesa en los hombros a las cinco de la tarde.

¡Cuántos han soportado este calor!
¡Cuántos desaparecidos han pasado por este semáforo!
¡Cuántos vendedores ambulantes con la cuota inicial de un cáncer de piel!
Nosotros los Sudacas, ellos los Euracas, que visitan la única Iglesia que da luz, porque es  aquella que se Incendia.

¡Cuántos maldijeron en silencio alguna vez tu luz y calor
y tú los conjuraste con no poder ver las estrellas!

Y luego con genuina soberbia
eclipsaste la tarde y te fuiste sin despedirte detrás de un crepúsculo  que se desvanece en la calma de un anochecer de miedos y Milenios ante la oscuridad elemental de los fantasmas y los Hombres que deambulan y se evaporan en las desbarajustadas camas de las putas con las intermitentes luciérnagas de Silva que nunca vi en los ojos de Nadie.

El amor es aquello que no se aplaza,
el Sol es para todos
y las formas de la luna,  para ella.


                                                   NUEVO POEMA

Este poema es viejo,
lleno de arrugas y telarañas entre sus versos,
tiene un olor a naftalina
un ritmo de vieja poesía
violines que suenan  junto a una vajilla de plata
en una vieja casa de alfombras rojas y donde una muchacha muy elegante vestida de negro, toca un violín recién peinada.
Este poema es un recuerdo y una mentira…
Una banca que espera un tren
Un árbol sin florecer
Una tarde, la noche que extraña a la mañana…
Un niño huérfano a la entrada de un circo,
Una ataúd esperando su cuerpo,
Este es un poema que iba a perecer.


COINCIDENCIA


Habían atravesado la capa de nubes y un sol radiante bañaba todo el interior del avión. Todo iba como pensaban: el futuro empacado dentro del equipaje, la ilusión de la felicidad cercana; la millonaria recompensa ganada con una llamada de denuncia y delación, que les garantizaría una vida mejor con dos cuentas bancarias plenas. Cruzaban el océano hacia el país que siempre soñaron. Mientras miraban embelesados el espectáculo enmudecedor del Atlántico, ella le tomó la mano. Se distanciaban de su trópico alegre y violento, alcanzaron a mirarse con ternura, a acercarse con la fuerza magnética de un beso, en el instante justo, en el que en ese cielo azul espléndido, el avión explotó.

                                                 SENOS COMPARTIDOS

Son dos

rodeados de tersa piel.

En uno hay un lunar maravilloso

que recuerda al menguante.

Los dos pezones

parecen soles eclipsados

o lunas nuevas y llenas de calostro

apunto de estallar.

La niña beberá extasiada,

el niño pondrá su manita

en el seno descubierto...

La madre experimentará

una sensación placentera:

Clímax lácteo que alimenta la vida.

En la noche,

descubiertos

danzarán entre escarcha y luces...

Serán manoseados

y succionados con lascivia 

una docena de veces

por hombres impregnados

de alcohol y nicotina

que no volverán a mecer la cuna.